La labor fina de la madera a la vez que acomodada en la práctica y la ejecución de la navaja revela un trabajo habitual de artesano, pues conocemos otros ejemplares conservados que presentan la misma factura. Seguramente procede de la mano de un galochero, dedicado a la elaboración de estos rústicos calzado de madera, pues muchos de ellos vendían sus obras en la comarca de las Tierras de León aunque también bajaban a las ferias de la capital y especialmente a la Virgen del Camino, donde solían encontrarse vendedores de castañuelas con estos modelos.
La pieza aparentemente fue fabricada antes de los años de la Guerra Civil pues pasado ese tiempo, estos instrumentos fueron desapareciendo de la cotidianeidad y de los tradicionales mercados que abastecían este tipo de productos cuyo uso iba olvidándose.
Fueron donadas por la Asociación de Amigos de la Fundación Joaquín Díaz y procede de Quintana de Raneros (León).