Dulzaina de ocho llaves de madera de encina, fabricada hacia 1979-1980. La dulzaina es uno de los primeros modelos que se encargaron desde la Diputación Provincial de Segovia para poder realizar las clases de dulzaina que en esos años empezaban a desarrollarse en Segovia. Bajo la supervisión de Lorenzo Sancho y Agapito Marazuela se fabricó una partida de dulzainas, torneadas en Segovia. La fabricación de llaves y el montaje se debió al señor Maurino Cilleruelo, descendiente de los famosos dulzaineros y construtores de dulzaina de Sotillo de la Ribera (Burgos).
Perteneció al dulzainero Alejandro Pasalodos (1928-2017) de la cuadrilla de músicos y alfareros conocidos popularmente como los Pasalodos o “los cacharrero” originarios de Pedrosa (Valladolid) que animarosn durante décadas las funciones de muchos pueblos del oeste de la provincia de Valladolid (Mota del Marqués, Pedrosa, Velilla y Tiedra) y la de Zamora (Toro, Tagarabuena, Pinilla de Toro, Aliste, etc). Ha sido donada generosamente por la familia y su hijo Rafael tras el reciente fallecimiento del músico.